miércoles, 14 de noviembre de 2007

La misión del PERIODISTA

El deber del periodista es ir donde está el silencio” Amy Goodman

Complicado ejercer el PERIODISMO hoy en día. Complicado porque, por un lado, cada vez hay menos corresponsalías, menos ojos, menos puntos de vista y, en cambio, existen más periodistas que trabajan en sus oficinas frente a un ordenador. Por otro, porque cada vez se utiliza más el copy-paste. Son unas cuantas grandes agencias las que envían los mismos textos, los mismos testimonios a todos los medios de comunicación. De ahí que cada vez la información sea más uniforme, más similar.

Es aquí cuando nos debemos preguntar cual es la misión del periodista, cuando nos debemos replantear la tarea de los profesionales de la comunicación. Es aquí cuando tenemos que decidir si optamos por tener un espíritu inconformista que luche para salvar la verdad o, por el contrario, si preferimos un espíritu pasivo, sumiso, que se dedique a trabajar en función de los intereses que tenga la empresa; lo que conllevaría a esconder una parte de la realidad y, por tanto, a no ser honestos con nuestro compromiso. Difícil escapar de esta segunda opción, aunque no imposible.

La información es uno de los pilares de las sociedades libres y democráticas, donde el derecho a estar informados es fundamental. El periodista, al que nunca ha de faltarle la vocación, la inquietud y las ganas de aprender, es aquel que tiene que ir a lugar de los hechos, y, una vez allí, ha de describir lo que ve, ha de narrar lo que no cuentan los gobiernos o las instituciones, ha de ser la voz de los que no la tienen, ha de acercarse al rigor informativo.

Aún hay algunos que creemos en el periodismo con mayúsculas. Ejerciéndolo podremos cambiar en la medida de lo posible lo malo del mundo. Nunca hay que perder el miedo a contar o a denunciar. No podemos rendirnos ante las dificultades. No podemos caer en la absoluta pasividad. No podemos permitir que nos obliguen a renunciar al PERIODISMO.

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